Ya sé por qué es
Era muy niña María, todavía, cuando me dijo una vez: —Oye, ¿por qué se sonríen las flores tan dulcemente, cuando las besa el ambiente sobre su aromada tez? —Ya lo sabrás más delante niña amante, le contesté yo, y una mañana, la niña pura y hermosa, al entreabrir una rosa me dijo: —¡Ya sé por […]